Cuando cuidamos de una persona mayor o dependiente, en ocasiones corremos el riesgo de sufrir burnout o síndrome del cuidador quemado.
Se caracteriza por un estado de agotamiento, tanto en el aspecto físico, como también el emocional y mental del responsable a cargo. Esto es debido a una constante atención y cuidados todos los días del año.
El burnout o síndrome de estar quemado fue clasificado por la OMS como enfermedad profesional. A pesar de ello, existen cuidadores de personas mayores no asalariadas que invierten gran parte de su tiempo a ello, por lo que detectarlo y llevar un correcto seguimiento resulta más difícil.
Por un lado, destaca el cuidador principal, aquél que acompaña a la persona dependiente en su día a día. Por otro, encontramos al cuidador a distancia, una figura que, a pesar de asumir cierta responsabilidad, vive a 1 hora de trayecto o más, e invierte una menor cantidad de su tiempo a este fin.
Hablamos de síndrome del cuidador quemado sobre todo en personas que asumen la primera situación, aunque pueden darse en ambos casos.
Una de las enfermedades comúnmente relacionadas con el síndrome del cuidador quemado es el Alzheimer.
Según la Fundación Pascual Maragall, una de las enfermedades comúnmente relacionadas el síndrome del cuidador quemado es el Alzheimer, dada la cantidad de horas que los familiares necesitan invertir en el paciente.
Roger Guasch, CEO de IMA también es testigo de la dedicación que precisa un familiar con esta condición.
"Desde que mi madre Inma fue diagnosticada de Alzheimer, dediqué mi tiempo y mi carrera profesional a mejorar su calidad de vida. Mi prioridad era asegurar que no se olvidaba de ninguna toma."
¿Cómo prevenir el burnout al cuidar de personas mayores dependientes?
La labor de un cuidador es ayudar a una persona dependiente en todo momento, pero... ¿Quién cuida de un cuidador? Su estado no sólo es necesario para hacerse cargo de la persona dependiente, sino también para asegurar su felicidad.
Para entender mejor esta situación, nos volvemos a apoyar en las palabras de la OMS: La salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social”.
Tal y como explica Ismael Saquete, Psicólogo en el Hospital Victoria Eugenia Cruz Roja, más allá de sus obligaciones, también existen una serie de derechos básicos para que el cuidador no caiga en el burnout.
Respetarlos y ser conscientes de sus límites favorecerá un estilo de vida más equilibrado.
1. Derecho al cuidado personal
En ocasiones, se prioriza el cuidado de alguien dependiente por encima del de uno mismo. Esto puede provocar que el responsable a cargo no se percate de esta situación hasta que ya sea demasiado tarde, y sufra burnout. Sin embargo, debes tener en cuenta que tus necesidades también son importantes, ya sean físicas o emocionales.
El hecho de ser cuidador de una persona mayor no implica que no puedas recibir cuidados propios o de otras personas.
2. Independencia ocasional en el estilo de vida
Igual que existe un derecho a la desconexión laboral, también debes poder gozar de tiempo para ti sin tener que estar prestar una disposición total a la persona dependiente.
3. Aceptar nuestras emociones
Sentir ocasionalmente rechazo o rabia por una situación imprevista es habitual. Expresarte y hablar del tema puede ayudarte a sobrellevar la situación. En estos casos siempre es recomendable hablar con un psicólogo para que nos guíe en el proceso, y no sentir culpa por experimentar estas emociones.
4. Pedir ayuda externa y no tratar de solventar todo por uno mismo
Puedes recurrir tanto a apoyo de otras personas como también dejar ciertas tareas en manos de profesionales.
Un ejemplo de ello sería contar con los servicios que IMA pone a tu disposición, para así poder organizar las tomas diarias:
Plan Preparación: se trata de un servicio que IMA ofrece para evitar errores al organizar los medicamentos de las personas polimedicadas. Un farmacéutico lo preparará por ti, y lo recibirás en la puerta de casa, listo para tomar.
Nunca es tarde para adoptar estos hábitos, y es que nos pueden ayudar tanto a prevenir como a contraatacar el síndrome del cuidador quemado.
¿Qué hacer cuando aparece?
Para que una persona pueda recuperarse del síndrome del cuidador quemado, es importante no sentir culpabilidad.
Por un lado, es necesario encontrar las herramientas mediante las cuales el responsable se familiarice con la enfermedad de la persona dependiente. De este modo, también será capaz de comprender las herramientas de las que dispone.
Por otro, es recomendable que el cuidador acuda a un especialista. De esta manera, podrá realizar una evaluación inicial de la situación, identificando el origen del burnout y buscar una manera de abordar el problema.
Disclaimer: En IMA ofrecemos consejos e información acerca de nuestros productos. Consulte con un experto antes de tomar cualquier decisión que pueda repercutir a