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Cuidar personas mayores

¿Por qué los ancianos experimentan mayor sensación de calor?

Las personas mayores suelen sentir más frío y más calor que la gente joven. Te explicamos por qué sucede, y qué significa este cambio de temperatura.


Con frecuencia, los ancianos experimentan una mayor sensación de calor en comparación a los jóvenes. A medida que envejecemos, nos resulta más difícil regular la temperatura del cuerpo y adaptarnos a nuevos cambios en el ambiente. Pero... ¿Por qué sucede esto? Te explicamos todo lo que necesitas saber en este artículo.

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¿Qué encontrarás en este artículo?

  1. Factores que contribuyen a las sensaciones de calor en los ancianos
  2. La importancia de la prevención entre los más mayores
  3. Consecuencias de la sensación de calor en ancianos
  4. ¿Cómo ayudar a los ancianos a regular su temperatura?

Factores que contribuyen a las sensaciones de calor en los ancianos

Existen diferentes razones por las que una persona mayor pueda percibir una sensación térmica diferente a la nuestra. Sea cual sea su origen, es importante estar atentos a cualquier otro síntoma, y acudir al médico de ser necesario.  

Estos son algunos de los factores que pueden contribuir a ello: 

Alteraciones en la regulación de temperatura corporal

Sucede cuando el cuerpo no puede enfriarse o calentarse de forma tan eficaz como antes. Esto provoca que cuando hace frío, el anciano llegue a sentir menor sensación térmica que una persona joven, y lo mismo sucede con las altas temperaturas. 

 Recuerda que el adulto mayor tiene una tasa metabólica menor, ya que realiza menos actividad física. De esta manera, su cuerpo genera menos calor, y requiere de un clima algo más cálido para sentirse cómodo. 

Menor capacidad para sudar

La sudoración es un mecanismo que utiliza tu cuerpo para reducir la temperatura en condiciones de calor. Cuando nos hacemos mayores, esta capacidad se reduce, ya que disminuyen las glándulas sudoríparas activas. De esta manera, la sensación térmica se eleva, sintiendo más calor. 

Para evitar la deshidratación, una persona mayor necesita consumir líquidos regularmente. Una forma de conseguirlo es a través de zumos y frutas ricas en agua, como el melón y la sandía. Esto nos ayudará a favorecer una temperatura corporal adecuada. 

Pérdida de grasa subcutánea

La grasa subcutánea es una capa que nos proporciona un aislante contra el frío o el calor. Además, también protege nuestros órganos, articulaciones, y nos sirve como fuente de energía.  

Con la edad, nuestros cuerpos tienden a perder esta grasa subcutánea. Igual que sucede con las glándulas sudoríparas, la pérdida de este factor deriva en una peor autorregulación de la temperatura corporal, haciéndonos más sensibles a los cambios térmicos.  

Para evitarlo, es importante que los ancianos se vistan adecuadamente en condiciones de calor. Usar ropa ligera y transpirable puede ayudar a mantener una temperatura corporal adecuada y prevenir el sobrecalentamiento. 

Enfermedades crónicas y medicamentos

Las condiciones crónicas y los medicamentos también pueden contribuir a las sensaciones de calor en los ancianos. Los efectos secundarios de algunos medicamentos pueden aumentar la temperatura corporal, así como también enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas, renales o el Parkinson. 

Por ello, si tomas medicación a diario te recomendamos utilizar un sistema de organización de los medicamentos eficaz, para evitar una sobredosis involuntaria. Empresas de impacto social como IMA te ayudan en el seguimiento del tratamiento médico de forma gratuita, para que siempre tengas a tu disposición un farmacéutico que resuelva tus dudas sobre la medicación.  

Recuerda también comentar con tu médico cualquier alteración o efecto secundario que detectes durante el tratamiento médico. 

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La importancia de la prevención entre los más mayores

La sensación de calor en personas mayores puede ser provocada por diferentes factores. En cualquier caso, y si aparece junto a otros síntomas, es recomendable acudir al médico de cabecera. Además de tomar medidas para remediar esta situación, en IMA te recomendamos llevar siempre un seguimiento de su estado de salud, para descartar posibles afecciones.  

Podemos encontrar diversos factores que contribuyen a las sensaciones de calor en los ancianos. Para prevenir el sobrecalentamiento y mantener una temperatura corporal adecuada, te recomendamos seguir los consejos de este artículo, y hacer caso de las recomendaciones sanitarias. Desde vestirse adecuadamente, mantenerse hidratado, controlar las condiciones crónicas y los efectos secundarios de los medicamentos.

Consecuencias de la sensación de calor en ancianos

Ya conoces algunas de las causas por las que una persona mayor puede experimentar una sensación de calor demasiado alta. Ahora, veremos qué consecuencias puede tener en el cuerpo.  

Estos “sofocos” no deben tomarse a la ligera, ya que pueden implicar consecuencias negativas para tu salud y bienestar. 

Riesgo de Deshidratación 

Las sensaciones de calor persistentes y continuas en el tiempo aumentan el riesgo de deshidratación. Cuando el cuerpo se sobrecalienta, perdemos agua y sales necesarias para el organismo, derivando en posibles mareos y pérdida de fuerza. 

Para prevenir la deshidratación, es suficiente con beber suficiente agua y evitar exposiciones prolongadas al sol, sobre todo durante las horas más calurosas del día. Además, es recomendable consumir alimentos ricos en agua, como frutas y verduras ricas en agua.

Agotamiento y golpes de calor

En situaciones extremas, podemos encontrarnos con un golpe de calor, algo muy peligroso en edades avanzadas. De hecho, en 2022 fallecieron en España 1.300 ancianos por culpa de las altas temperatura. Los signos de esta patología incluyen mareo, desvanecimiento, piel caliente y seca, y una temperatura corporal extremadamente alta. 

Si te encuentras en esta situación, es importante que recibas asistencia médica, te hidrates, y regules tu temperatura de forma gradual.

Efectos en la salud mental

La ansiedad, depresión y falta de energía son otro indicador de este exceso de calor. Estos efectos pueden ser significativos y afectar su bienestar general, además de tu calidad de vida. Aunque un cambio drástico de humor puede implicar otras afecciones, no olvides comprobar su temperatura y las condiciones ambientales.

Problemas de sueño

El calor también repercute en la calidad del sueño, y las horas que dedicamos a dormir. Las altas temperaturas pueden despertarte de forma intermitente, e incluso evitar que llegues a dormirte. Esto se debe a que tu cuerpo trata de avisarte de una posible deshidratación o golpe de calor.  

Para poder mejorar la calidad del sueño, evita las duchas de agua fría antes de dormir, ya que estas ayudan a despejarte y mantenerte activo. Evita la luz, y utiliza ropa transpirable y fresca. En la medida de lo posible, además, procura usar ventiladores o aires acondicionados que ayuden a regular la temperatura ambiente.   

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¿Cómo ayudar a los ancianos a regular su temperatura?

Mantener un ambiente fresco y ventilado 

Un ambiente fresco y ventilado, especialmente en verano, nos va a ayudar. También estar a la sombra ayudará a reducir la temperatura ambiente y hará que estemos más cómodos. 

Elegir ropa adecuada y transpirable 

Los ancianos también pueden vestirse con ropa adecuada y transpirable para ayudar a reducir las sensaciones de calor. Las prendas ligeras y holgadas pueden ayudar a que el cuerpo respire mejor y reducir la sensación de sudor y calor. 

 Evitar la exposición prolongada al sol 

Por último, es importante que los ancianos eviten la exposición prolongada al sol, especialmente durante las horas más calurosas del día. Los rayos solares pueden empeorar las sensaciones de calor en el cuerpo y aumentar el riesgo de problemas de salud como el agotamiento por calor y el golpe de calor. 

En conclusión, hay muchas causas por las que un mayor puede sentir calor, pero siguiendo estos consejos prácticos, y fáciles de llevar a cabo, puedes reducirlo de forma significativa, evitando el golpe de calor, y cualquier otra patología.

 

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